Prefacio
La degeneración del disco intervertebral y la conexión fibrocartilaginosa flexible entre vértebras adyacentes en el centro del segmento de movimiento vertebral, es universal y ocurre en todos los primates como una parte inevitable del proceso de envejecimiento.
Esta degeneración se inicia con la pérdida de hidratación del núcleo pulposo central en las primeras décadas de vida y progresa a través del agrietamiento y rotura del anillo fibroso externo, que termina con la pérdida completa de la hidratación del disco, la altura y flexibilidad en muchos individuos de edad avanzada. Los cambios anatómicos que se producen durante este proceso degenerativo y las correlaciones que se pueden ver en los estudios de imágenes modernas han sido claramente dilucidados y ahora son parte del conocimiento diario de todos los profesionales dedicados a la columna vertebral.
Sin embargo, la correlación entre los cambios anatómicos y la aparición del dolor es menos clara. A pesar de los rápidos avances en diagnóstico por imagen, todavía es imposible determinar con certeza que el disco intervertebral es en sí mismo la causa del dolor de espalda en un individuo dado. Anormalidades anatómicas degenerativas son comunes incluso en aquellos que son asintomáticos. Para agravar el problema, el tratamiento para “dolor discogénico” está aun en su infancia. La base del tratamiento ha sido la fusión intersomática vertebral quirúrgica, la teoría es que la detención de movimiento en una unidad vertebral funcional dolorosa debe eliminar el dolor que surge de alteración anatómica en el disco. Sin embargo, la selección de pacientes adecuados para la fusión y la predicción de sus resultados ha sido problemática, y el uso excesivo de esta forma agresiva e invasiva de tratamiento quirúrgico ha sido objeto de gran escrutinio en los últimos años.
La discografía provocativa diagnóstica ha sido desarrollada como un medio para identificar con mayor precisión los individuos con dolor que surge de sus discos intervertebrales, pero sin un estándar de oro la validez de este criterio subjetivo ha sido cuestionada por muchos expertos. Nueva evidencia ha surgido que la discografía puede acelerar la degeneración del disco, echando leña al creciente debate sobre la seguridad y la utilidad de esta prueba. A pesar de toda la controversia y las preguntas restantes, existe un amplio consenso entre los expertos de que la enfermedad degenerativa del disco puede ser la fuente primaria de dolor en algunas personas y la búsqueda de un medio efectivo y mínimamente invasivos para tratar el dolor discogénico continúa.
En este volumen, algunos de los pioneros que han establecido las bases científicas para el diagnóstico del dolor discogénico e investigaron la eficacia de nuevos tratamientos para este trastorno, han escrito capítulos autorizados detallando la evolución de nuestra comprensión de esta área controversial. Los análisis en este texto van desde la base anatómica de la enfermedad degenerativa del disco y la epidemiología del dolor de espalda a través de la evaluación diagnóstica y tratamiento. Está claro que al disco intervertebral se puede acceder de forma segura por vía percutánea y es muy probable que logremos encontrar un medio eficaz y mínimamente invasivo para tratar el dolor discogénico y lograr acabar con la necesidad de la fusión quirúrgica abierta.
Las técnicas más nuevas, incluyendo las variantes de la tecnología de radiofrecuencia y el uso de biológicos inyectados, están ahora en las primeras etapas de desarrollo clínico; la base científica y el uso clínico de estas técnicas emergentes se describen con detalle y claridad en la presente edición. Este volumen también incluye videos de procedimientos, que se pueden ver en el sitio web www.expertconsult.com.
Este texto servirá como un reflejo en el tiempo a lo largo del desarrollo temprano del tratamiento para el dolor discogénico. Miraremos hacia atrás en las descripciones que se encuentran aquí y entenderemos cómo evolucionaron estos tratamientos. Algunos se encontrarán ineficaces y desaparecerán, mientras que otros surgirán y serán mejorados y aprobados como tratamiento estándar para aquellos que sufren de dolor discogénico. Felicito al doctor Deer y sus colegas por preparar una vista detallada y autorizada de este campo de la medicina tan joven y recomiendo el texto a los estudiantes, profesionales, científicos y empresarios por igual. |