Prefacio
El Manual del cuidado del paciente en cirugía cardíaca, que comenzó como un manual escrito a máquina, para funcionarios del Hospital General de Massa¬chusetts hace casi cuarenta años, ha evolucionado en su séptima edición. Los doctores Douglas M. Behrendt y W. Gerald Austen escribieron las primeras cuatro ediciones y las tres ediciones subsecuentes han sido producidas por los doctores John H. Lemmer, Jr., y Gus J. Vlahakes. El Dr. Wayne E. Richenbacher contribuyó en la sexta edición. Inicialmente, el Manual reflejó las prácticas de cuidado de pacientes en el Hospital General de Massachusetts pero, con el paso de los años, ha absorbido influencias de la Universidad de Michigan, la Univer-sidad de Iowa y el Legacy Good Samaritan Hospital en Portland, Oregon. En esta edición, estamos complacidos en sumar la experiencia de los autores invi¬tados, el Dr. Jeff Myers (Capítulo 7: Manejo de infantes y niños) y los doctores Marco Larobina y Bruce Rosengrand (Capítulo 8: Soporte cardíaco mecánico y trasplante). Su experiencia en estas áreas especializadas de la cirugía cardíaca es una valiosa contribución a esta edición del Manual. Este manual es un libro lo suficientemente pequeño para llevarse en la mano o en el bolsillo de una bata blanca. Hay libros con texto más grandes, más detallados y con múltiples volúmenes en materia de cirugía cardíaca, particularmente en lo que respecta a las técnicas quirúrgicas. También hay otros libros pequeños completos en cuanto a la cirugía torácica, los cuales tienen una forma más esquemática. El Manual está entre estos dos extremos del espectro, con el objetivo de suministrar información concisa y útil en lo básico del cuidado en el paciente sometido a cirugía cardíaca antes y después de la cirugía. El manejo operatorio es revisado con un énfasis en los temas que afectan todo el cuidado perioperatorio del paciente, no en cómo se desarrolla la cirugía cardíaca. En el prefacio de la sexta edición, los doctores Austen y Behrendt escribieron: Así como el marinero que dice nunca haber encallado, probablemente no ha navegado mucho, el cirujano que dice nunca haber tenido complicaciones es porque no opera mucho o no se le debe creer. Los objetivos de la cirugía car¬díaca son mejorar el estado cardíaco del paciente y evitar complicaciones en el proceso. No es inusual lograr el primer objetivo (por ejemplo, reemplazar una válvula aórtica severamente estenótica) pero luego ver el resultado final estropeado por una complicación (por ejemplo, un accidente cerebrovascu¬lar). Ampliamente se ha observado que el corazón suele ser más resistente que otros órganos, y por lo general son las complicaciones no cardíacas las que llevan a un resultado operatorio pobre. Por lo tanto, el Manual hace un énfasis considerable en la prevención y el manejo de las complicaciones pe¬rioperatorias que inevitablemente ocurrirán en una práctica de cirugía cardía¬ca ocupada y contemporánea. De muchas formas, este es un manual de “cómo lo hacemos” que es una compilación de prácticas de cuidado de pacientes utilizadas por nosotros en nuestros hospitales. Sin embargo, somos totalmente conscientes de que hay muchas formas de lograr excelentes resultados y no proponemos que estas sugerencias de manejo sean el único camino al éxito. Nuestro objetivo es suministrar recomendaciones basadas en la evidencia con referencias extensi-vas en la literatura contemporánea, que conducirán al lector a una informa¬ción más detallada. Mientras una operación perfecta técnicamente puede ser arruinada por un cuidado perioperatorio pobre, un manejo apropiado de los problemas perioperatorios a menudo puede salvar un resultado técnico menos perfecto. Esta es la importancia de suministrar cuidado de alta calidad a los pacientes sometidos a cirugía cardíaca. El Manual del cuidado del paciente en cirugía cardía¬ca ha sido, y continúa siendo, un esfuerzo sincero de suministrar guía en este complejo, pero gratificante, tratamiento. Con el tiempo, los procedimientos quirúrgicos evolucionarán, nuevos agentes reemplazarán a los medicamentes utilizados actualmente, y las recomendaciones de manejo cambiarán. Pero, citando a Austen y Behrendt una vez más, seguirá siendo cierto que El secreto de una atención exitosa al paciente es cuidar al paciente.
John H. Lemmer, Jr., MD Gus J. Vlahakes, MD